02 enero, 2007

O NAVIO NEGREIRO


O Navio Negreiro

Caetano Veloso y Maria Bethânia (Disco "Livro" 1997)
(Letra Antônio de Castro Alves*)





Stamos em pleno mar

(...)

Era um sonho dantesco... o tombadilho,
Que das luzernas avermelha o brilho,
Em sangue a se banhar.
Tinir de ferros... estalar do açoite...
Legiões de homens negros como a noite,
Horrendos a dançar...

Negras mulheres, suspendendo às tetas
Magras crianças, cujas bocas pretas
Rega o sangue das mães:
Outras, moças... mas nuas, espantadas,
No turbilhao de espectros arrastadas,
Em ânsia e mágoa vas.

E ri-se a orquestra, irônica, estridente...
E da ronda fantástica a serpente
Faz douas espirais...
Se o velho arqueja... se no chao resvala,
Ouvem-se gritos... o chicote estala.
E voam mais e mais...

Presa dos elos de uma só cadeia,
A multidão faminta cambaleia
E chora e dança ali!
Um de ravia delira, outro enlouquece...
Outro, quede martírios embrutece,
Cantando, geme e ri!

No entanto o capitão manda a manobra
E após, fitando o céu que se desdobra
Tão puro sobre o mar,
Diz do fumo entre os densos nevoeiros:
“Vibrai rijo o chicote, marinheiros!
Fazei-os mais dançar!...”

E ri-se a orquestra, irônica, estridente...
E da ronda fantástica a serpente
Faz douas espirais...
Qual um sonho dantesco as sombras voam...
Gritos, ais, maldições, preces ressoam!
E ri-se Satanaz!...

Senhor Deus dos desgraçados!
Dizei-me vós, Senhor Deus!
Se é locura... se é verdade
Tanto horror perante os céus...
Ó mar, por que não apagas
Co’a esponja de tuas vagas
De teu manto este borrão?...
Astros! Noite! Tempestades!
Rolai das inmensidades!
Varrei os mares, tufao!...

Quem são estes desgraçados
Que nao encontram em vós
Mais que o rir calmo da turba
Que exita a fúria do algoz?
Quem são?... Se a estrela se cala,
Se a vaga à presa resvala
Como um cúmplice fugaz,
Perante a noite confusa...
Dize o tu, severa musa,
Musa libérrima, audaz!


São os filhos do deserto
Onde a terra esposa a luz.
Onde voa em campo aberto
A tribo dos homens nus...
São guerreros ousados,
Que com os tigres mosqueados
Combatem na solidão...
Homens simples, fortes, bravos...
Hoje míseros escravos
Sem ar, sem luz, sem razao...

São mulheres desgraçadas
Como Agar o foi também,
Que sedentas, alquebradas,
De longe... bem longe vêm...
Trazendo com tibios passos
Filhos e algemas nos braços,
N’alma – lágrimas e fel.
Como Agar sofrendo tanto
Que nem o leite do pranto
Têm que dar para Ismael...

Lá nas areias infindas,
Das palmeiras no país,
Nasceram - crianças lindas,
Viveram – moças gentis...
Passa um dia a caravana
Quando a virgem na cabana
Cisma das noites nos véus...
...Adeus! ó choça do monte!...
... Adeus! Palmeiras da fonte!...
...Adeus amores... adeus!...

(...)

Senhor Deus dos desgraçados!
Dizei-me vós, Senhor Deus!
Se eu deliro... ou se é verdade
Tanto horror perante os céus...
Ó mar, por que nao apagas
Co’a esponja de tuas vagas
De teu manto este borrao?...
Astros! Noite! Tempestades!
Rolai das inmensidades!
Varrei os mares, tufão!...

E existe um povo que a bandeira empresta
P’ra cobrir tanta infâmia e cobardia!...
E deixa-a transformar-se nessa festa
Em manto impuro de bacante fria!...
Meu Deus! Meu Deus! Mas que bandeira é esta,
Que impudente na gávea tripudia?!...
Silêncio!... Musa!... chora, chora tanto
Que o pavilhão se lave no seu pranto...

Auriverde pendão de minha terra,
Que a brisa do Brasil beija e balança,
Estandarte que a luz do sol encerra,
E as promesas divinas da esperança...
Tu, que da liberdade após a guerra,
Foste hasteado dos heróis na lança,
Antes que houvessem roto na batalha,
Que servires a um povo de mortalha!...

Fatalidade atroz que a mente esmaga!
Extingue nesta hora o brigue imundo
O trilho que Colombo abriu na vaga,
Como um íris no pélago profundo!...
... Mas é infâmia demais... Da etérea plaga
Levantai-vos, heróis do Novo Mundo...
Andrada! Arranca este pendão dos ares!
Colombo! Fecha a porta de teus mares!



El Navío Negrero

(Traducción por José Juan Beauchamp)

'Stamos en pleno mar…

(...)

Era un sueño dantesco…el combés del bergantín,
Que de las linternas el púrpura del brillo
En sangre bañará.
Tintinean los hierros… estalla el látigo.
Legión de hombres negros como la noche,
En tétrico danzar...

Negras mujeres colgando de sus pechos
Niños enjutos, cuyas bocas prietas
Sustenta sangre materna,
Otras mozas, desnudas y asustadas,
En vértigo de espectros arrastradas,
Gimen lamentos vanos.

Ríe la orquesta irónica, estridente…
Girando fantástica la serpiente
En locas espirales…
Si el viejo jadea… si en el piso cae,
Se escuchan los gritos… el fuste estalla…
Y giran más y más...

¡Presa en eslabones de una cadena
La multitud famélica bambolea,
Y llora y danza allí!
¡Uno rabia, delira, otro enloquece,
Otro que bajo el martirio embrutece,
Cantando, gime y ríe!

En tanto el capitán la faena ordena
Y tras mirar al cielo desplegado
Tan puro sobre el mar
Entre densa niebla, dice enfadado:
"¡Vibrad con fuerza el fuste, marineros!
¡Hacedlos más bailar!…"

Ríe la orquesta irónica, estridente…
Girando fantástica la serpiente
En locas espirales…
¡Como un sueño dantesco vuelan sombras!
¡Gritan y gimen, maldicen y ruegan
Y ríe Satanás!

¡Señor Dios de los desdichados,
Dime tú, mi Señor Dios!
Si es mentira… si es verdad
Tanto horror ante los cielos!
¡Oh, mar por qué tú no lavas
Con la esponja de las olas
De tu manto esta deshonra!…
¡Astros! ¡Noches! ¡Tempestades!
¡Arrollad la inmensidad!
¡Dispersa mares, tifón!

¿Quiénes son los infelices
Que sólo encuentran en vos
El reír calmo de la turba
Que al verdugo furia excita?
Si las estrellas se ocultan,
Y si aprisa huye la ola
Como un cómplice fugaz
Frente a noche tan oscura…
Díselo tú, sobria Musa,
Musa libérrima, audaz!…

Son los hijos del desierto
Donde se unen tierra y luz,
Donde vive sin abrigo
La tribu de hombres desnudos…
Son los guerreros osados
Que con los tigres manchados
Combaten en soledad.
Ayer simples, fuertes, bravos…
Mas hoy míseros esclavos,
Sin aire, sin luz, sin razón…

Son mujeres desdichadas,
Como Agar lo fue también,
Que sedientas y abatidas,
De lejos... muy lejos vienen,
Débiles pasos, trayendo
Hijo y grillos en los brazos,
En su alma -lágrima y hiel…
Como Agar que sufre tanto,
Ni leche tiene de llanto
Para sustento de Ismael.

Allá en la arena infinita,
En el país de palmeras
Nacieron -lindas criaturas,
Vivieron -mozas gentiles…
Pasa un día la caravana...
La virgen en la cabaña
Medita en la noche oscura…
...¡Adiós, oh choza del monte!
...¡Adiós, palmera en la fuente!…
…¡Adiós, amores… adiós!…

(...)

¡Oh, Dios de los desgraciados!
Dime tú, mi Señor Dios!,
Si es delirio… si es verdad
Tanto horror ante los cielos…
¡Oh mar! ¿por qué tú no lavas
Con la esponja de las olas
De tu manto esta deshonra?…
¡Arrollad la inmensidad!
¡Dispersad mares, tifón!

¡Habrá un pueblo que la bandera preste
Para ocultar infamia y cobardía!…
¡Y en tan macabra fiesta la transforme
En manto impuro de bacante fría!…
¡Mi Dios! ¡Mi Dios!, ¡mas, ¿qué bandera es ésta
Que con impudicia en la gavia ondea?
Silencio, Musa… llora, y llora tanto
Que mi pabellón se lave en tu llanto!…

Auriverde bandera de mi tierra,
Que la brisa del Brasil besa y agita,
Estandarte que luz del sol encierra
Y promesas divinas de esperanzas…
Tú que en la libertad de la postguerra,
Fuiste izada por héroes en las astas.
¡Mejor te hubiesen roto en la batalla,
Que servirle a un pueblo de mortaja!

¡Oh, fatalidad que la mente embarga!
¡Extingue ahora el bergantín inmundo
La ruta que Colón abrió en la ondas,
Como iris en el piélago profundo!
¡Una ignominia!… De etérea región
Levántense ya héroes del Nuevo Mundo!
¡Andrada, arranca ese pendón al aire!
¡Colón, cierra la puerta de tus mares!



* El navío negrero
(Tragedia en el mar)
Por Antônio de Castro Alves (1847-1871), poeta brasileño

2 comentarios:

Krizallidha dijo...

donde lo consigo completo?

Lafayette dijo...

Krizallidha Podrías conseguirlo completo en alguna página de poesía brasileña!